Venganza y justicia
Una de las obras más destacadas del renombrado escritor argentino Jorge Luis Borges es "Emma Zunz", una narrativa compleja cuyos temas principales son la venganza, la identidad y la justicia, y cómo estos se entrelazan en la vida de la protagonista, Emma Zunz.
La narrativa se sitúa en la década de 1920, una época marcada por importantes transformaciones políticas y sociales en Argentina. La explotación laboral es otro de los problemas que sucedían en Argentina, siendo Emma una de las víctimas, trabajando como obrera.
La historia comienza cuando Emma recibe una carta de Felino Fain informando sobre la muerte de su padre, por una sobredosis. Emma cree que su padre se suicidó y decide vengarse de Loewenthal.
Después de recibir la carta, el narrador nos lleva a la mente de Emma y describe recuerdos de su infancia. Emma trata de recordar a su madre, pero solo puede recordar detalles de la casa de su infancia.
Emma vuelve a recordar a su madre durante el acto sexual con el marinero, momento en el que rememora que su padre le hizo a su madre la misma "cosa horrible" que le están haciendo a ella. Esto sugiere que Emma presenció a sus padres teniendo relaciones sexuales o incluso una violación, lo que podría haber traumado a Emma y afectado su relación con la sexualidad y los hombres.
A pesar de su temor a lo sexual y lo masculino, Emma considera esencial consumar el acto con un hombre para llevar a cabo su venganza. La confusa descripción del camino hacia la habitación sugiere un laberinto, un recurso borgeano que simboliza la confusión y la inevitabilidad.
El laberinto en la obra de Borges es un lugar del que no se puede escapar, tanto en espacio como en tiempo. Emma entra en este laberinto cuando decide acostarse con el marinero y queda atrapada en su decisión de venganza.
Elementos recurrentes como el "turbio zaguán" y los losanges amarillos de la casa de Lanús sirven como pistas de la historia secreta. Estos elementos conectan diferentes momentos de la vida de Emma: la huida de su padre a Brasil, su supuesto suicidio y su propio ultraje sexual. Todas estas desgracias recaen sobre Loewenthal, quien merece ser castigado para que la justicia divina prevalezca sobre la justicia humana.
Emma cambia su motivo de venganza después de tener relaciones sexuales con el marinero. Su objetivo se transforma de vengar a su padre a castigar a todos los hombres que la han deshonrado a ella y a su madre. Beatriz Sarlo explica que Emma se venga de Loewenthal por varias razones: por su madre, por la desgracia de su padre y por su propio sufrimiento.
Tras perpetrar el delito, Emma contacta a la policía y relata una versión distorsionada de los hechos: "Ha ocurrido una cosa que es increíble… El señor Lowenthal me hizo venir con el pretexto de la huelga… Abusó de mí, lo maté…"En este punto, Emma se desvela como la creadora de un plan que le permite evitar a la justicia.
El giro crucial en la trama ocurre cuando la historia se incorpora en el cuerpo de Emma, que se convierte en la evidencia del motivo del asesinato y la garantía del éxito de su venganza. Sin embargo, la venganza se distorsiona, transformándose en algo distinto a lo planeado. Y es precisamente en ese instante, donde las dos historias se entrelazan. La ficción exitosa de la que Emma es autora y la que corre subterránea, a la que Borges alude al final del cuento cuando nos hace entender que lo que lleva a Emma a asesinar a Lowenthal es más lo que ella siente en su cuerpo, que la muerte de su padre. El acto sexual perturba su estrategia de venganza al cambiar el motivo principal a uno secundario.
El sacrificio que Emma decide llevar a cabo para conseguir su venganza implica desviarse de la justicia humana y enfrentarse a un acto repulsivo con el marinero. Esto es necesario para asegurar la venganza y eludir la justicia.
Según Sarlo, el cuerpo de Emma desempeña un papel fundamental en su plan de venganza.
Sentimientos como el malestar, la culpa, el frío y el miedo a los hombres están presentes antes de que ocurra el acto violento. El encuentro con el marinero intensifica su deseo de venganza. El acto sexual despierta la fuerza necesaria para cometer el asesinato. Emma siente que la justicia no se cumplirá si no toma las medidas necesarias para vengar la muerte de su padre, lo que el padre le hizo a su madre y lo que el marinero le hizo a ella. Su venganza está impulsada por su sentido de justicia.
El deseo de venganza motivado por el ultraje sexual supera la responsabilidad atribuida a Lowenthal por la muerte del padre, ella actúa porque se siente deshonrada.
Así, la muerte de Lowenthal se plantea como una serie de eventos, donde Emma no solo busca la justicia para su padre, sino que también se ve impulsada por una necesidad interna.
La interacción entre su cuerpo, su identidad y sus acciones desfigura la venganza originalmente planeada.
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